viernes, 1 de febrero de 2013

ENFERMERA DE PRACTICA AVANZADA PARA LAS URGENCIAS A DOMICILIO

La enfermera de práctica avanzada se perfila como el profesional idóneo para dar respuesta al continuo incremento de demandas de atención urgente en los domicilios, siendo la costo-efectividad una de sus mayores fortalezas debido a su alta y creciente capacidad de resolución y al elevado porcentaje de motivos de asistencia que resultan ser demandas inadecuadas, lesiones menores o problemas de salud no urgentes. En 2010, los servicios de urgencias extrahospitalarias atendieron 34.9 millones de demandas de atención en toda España (datos extrapolados a partir de 14 comunidades autónomas).1 De los cuáles, las visitas a domicilio representaron el 3,6%, porcentaje que supera 1.25 millones de asistencias. Estas cifras de atención urgente domiciliaria parecen ser el resultado de un progresivo crecimiento que se está produciendo en todos países desarrollados, cuya curva de crecimiento fluctúa entre el 7 y el 25%, acorde a una revisión publicada reciente.2
Varios estudios han analizado la demanda de atención urgente domiciliaria y han encontrado que la asistencia incluía un amplio abanico de intervenciones tanto diagnósticas y terapéuticas como de promoción y cuidado de la salud.
3 Estas intervenciones se corresponden con un elevado número de problemas de salud no urgentes y se asocian más con factores socioeconómicos y en el domicilio puede alcanzar entre el 40 y 50% de las asistencias,2 siendo los factores socioeconómicos más influyentes: la edad avanzada, los cambios en las estructuras familiares, la lejanía del domicilio al punto fijo de organizacionales que con variaciones epidemiológicas de las enfermedades.4-7 Este fenómeno podría explicar el amplio rango de porcentajes de asistencias urgentes a domicilio en las distintas comunidades autónomas de España, que oscila entre el 1.9 y el 8.4%. En este sentido, el número de problemas no urgentes atendidos urgencias y no disponer de vehículo, entre otros; y existe controversia de algunos factores como el sexo.2,4,5,7 Así pues, el patrón de uso del servicio de urgencias extrahospitalarias se presenta como una prolongación de las consultas de atención primaria.4
Esta inapropiada utilización de los servicios de urgencia domiciliaria no es nuevo, sino que ha sido documentado en la literatura desde la década de los años 70 y aún continua en el presente.
2,8,9 Además, una reciente encuesta online, realizada recientemente, encontró un bajo nivel de conocimientos en la población sobre la adecuación del uso de los servicios de urgencias domiciliaria ante distintos casos clínicos.10