viernes, 11 de julio de 2014

LA COSA ESTÁ MUY VERDE

BLOGS DE MÉDICO CRÍTICO
El recambio generacional sanitario que no llega...
Por Médico crítico
ImprimirEnviar por e-mailVersión PDF+A+A     
 
 
Durante los dos últimos años se han perdido28.500 empleos en sanidad según una estadística publicada por el Ministerio de Hacienda; estadística tramposa porque no tiene en cuenta a los trabajadores eventuales ni a los contratados por empresas privadas que prestan servicios a la sanidad pública (desde personal de limpieza hasta médicos que trabajan a sueldo de empresas como Ribera Salud o IDC –el-artista-antes-conocido-como-CAPIO-).
 
Si bien siempre decimos que la financiación es la responsable de la sostenibildad externa del sistema y que es conditio sine qua non para dicha sostenibilidad, la existencia de una plantilla de profesionales suficiente en número y capacitación es una condición imprescindible para que ese sistema sanitario funcione en el día a día.
 
Más allá de lo que arrojan estos números –que en su magnitud son más anecdóticos que informativos porque no nos muestran más que una parte muy sesgada del universo sanitario-, hay un dato que
nos parece alarmante porque puede suponer una gran amenaza para el futuro a medio plazo del sistema público de salud: la falta de relevo generacional.
 
Con la llegada de las restricciones en la contratación de personal una de las cosas que ha ocurrido es que se ha agrandado aún más la dualidad (que no es dua, sino trina) de los trabajadores sanitarios:
estatutarios con plaza megafija – interinos más-o-menos-asentados – eventuales convertidos en eternos eventuales.
 
Esto que se podría ver simplemente como un freno en el desarrollo profesional de los jóvenes médic@s, enfermer@s, auxiliares,…, teniendo que esperar más tiempo para poder seguir escalando en la línea sucesoria de la aristocracia sanitaria, puede tener efectos tan dañinos para dichos profesionales como para el sistema en su conjunto.
 
Decía recientemente Ulrich Beck en una entrevista publicada en eldiario.es, acerca de los políticos actuales:
“Esta generación de políticos en su mayoría se crió en un mundo seguro. No piensan en el cambio, son pragmáticos. No hay tantas diferencias entre los distintos partidos, de hecho no hay mucho debate sobre las alternativas. Y sí, ellos no saben lo que es sufrir para empezar de nuevo. Pero esto no es solo acerca de los políticos, los científicos sociales tienen el mismo problema también.Todos ellos se adhieren a temas muy específicos y no ven que todo el entorno está cambiando. Este es un problema muy importante.”
Lo que quiere decir Beck, y que es aplicable también al mundo de la sanidad, es que los que ostentan los puestos de responsabilidad en nuestra sociedad no entienden cómo funciona la sociedad
actual. Justo en el momento de mayor rapidez de cambio en las dinámicas sociales –e individuales en lo relativo a la posición del individuo en la sociedad y consigo mismo- nos encontramos con una ralentización de los procesos de relevo en las instituciones (políticas, universitarias, sanitarias), de modo que podemos llegar a la situación de que los que nos guíen por las aguas del cambio sean los que en condiciones normales estarían más ahogados.
 
Este hecho me parece especialmente relevante en la organización de la sanidad y en la práctica de la medicina/enfermería (normal que me parezca especialmente relevante… ceguera cognitiva se llama); la relación entre el individuo y la salud/enfermedad es reflejo de las pautas sociales de interacción con el entorno y los demás, por ello, la falta de comprensión del cambio constante que se produce en estas interacciones puede llevarnos a analizar con marcos obsoletos problemas que se mueven de otra forma.
 
¿Un ejemplo? Cuando la sociedad muestra signos de querer incrementar su nivel de participación en los procesos de toma de decisiones, establecimiento de prioridades,…, cuando la sociedad pide que su voz –politonal- se escuche y se le dé importancia por parte de las instituciones, surgen iniciativas como la creación de comisiones de participación dentro del Servicio Andaluz de Salud, consistentes en la elección por sorteo (participación obligatoria por sorteo, podríamos definirla) de unos interlocutores ¿representativos? Para que expongan la voz del pueblo dentro del sistema sanitario. La creencia de la época de la cultura-de-la-transición según la cual mientras a la población se le oferten los servicios ésta no va a exigir mayores espacios de participación y deliberación es muestra de que hace falta un recambio urgente. 

[cuando hablamos de recambio generacional no siempre aplicamos el criterio cronológico para establecer la generación, sino que nos referimos a la presencia de las ideas y visiones que acompañan a generaciones y que no tienen que pertenecer de forma unívoca a las personas nacidas en una u otra década]

miércoles, 9 de julio de 2014

EL FUTURO DE LA ATENCIÓN SANITARIA



¿Sobran residencias y hospitales?

  • El asesor en Sanidad de Obama asegura que 'los domicilios serán centros de cuidados'

  • Destaca el papel mundial de España en historia clínica y estratificación de los enfermos



Rafael Bengoa, ayer en el Museo Príncipe Felipe de la Ciudad de las...
Rafael Bengoa, ayer en el Museo Príncipe Felipe de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia. BIEL ALIÑO


Rafael Bengoa es un ferviente defensor de la sanidad pública universal, sencillamente, porque es más «justa». Tanto es así que está acompañando al presidente Barak Obama en la mayor transformación sanitaria que ha vivido nunca los Estados Unidos. Este médico y especialista en gestión sanitaria es uno de los predicadores de la 'Affordable Care Act' (Ley de Cuidado de Salud Asequible), que prevé dotar de atención sanitaria a 40 millones de estadounidenses que no estaban cubiertos. Su papel como miembro del Comité Asesor para la Reforma Sanitaria de la Administración Obama, junto a tres asesores europeos más, es el de explicar, estado por estado, las bondades del sistema de salud europeo, a costa de que le acusen de «archicomunista».
El reto no es pequeño. «Lo que está haciendo el presidente Obama es algo que han intentado antes tanto presidentes republicanos como demócratas, pero que no lo han conseguido». Y es que la nueva ley choque de frente con el razonamiento americano de que «cada uno debe sobrevivir en el sistema en función de su capacidad personal y que los gobiernos deben intervenir poco en la vida de las personas». A juicio de Bengoa, ese pensamiento llevado a la sanidad ha llevado a una situación donde hay 40 millones de personas sin cobertura (desde hace tres meses ya 30 millones).
'¿Por qué España quiere adoptar un modelo que EEUU está abandonando?'
¿Por qué Obama sí ha podido y no otros presidentes anteriores? «Primero porque no pierde de vista el horizonte, que es tener un modelo eficiente, sostenible y que atiende a los pacientes con enfermedades crónicas». También ha sabido urdir varias maniobras políticas. «Por ejemplo, se ha apoyado en el modelo de Massachusetts, diseñado por los republicanos, eso ha hecho reducir la tensión porque los republicanos no podían criticar algo que ellos mismos habían puesto en marcha», comenta Bengoa, que ayer participó en un acto organizado por el Colegio Oficial de Ingenieros de Telecomunicaciones de la Comunidad Valenciana. «Si los países más capitalistas del mundo -plantea el doctor- intentan abandonar un modelo que ha sido injusto, ¿por qué España piensa que tiene que hacer lo que países más capitalistas están abandonando?».
  • http://www.elmundo.es/economia/2014/05/23/537e3b5122601daf3c8b457c.html

GESTIÓN BUENA vs GESTIÓN MALA: ¿QUIÉN DECIDE?


‘$anitat Valen$iana': 
El Gran Golpe

ÁLVARO GONZÁLEZ. 07/07/2014 Los modelos de gestión privada de los hospitales públicos de la que Valencia es pionera, analizados en un libro que hace reír y llorar a partes iguales

ENLACE
COMPRA EBOOK

VALENCIA. Hablar bien de algo hecho en España durante el régimen surgido de la Transición ahora mismo es tan cool o enrollado como decir en 1975 que Arias Navarro te parecía un tipo responsable y capaz, el hombre ideal para capitanear las reformas que necesitaba España. Pero la verdad no le hace daño a ninguna causa justa y hay que admitir que, sorprendentemente, el Sistema Nacional de Salud diseñado con la Ley General de Sanidad de 1986 fue un ejemplo en su relación calidad precio y, además, supuso la reforma de toda la larga y dura Historia del país que propició más igualdad entre los españoles.
Sin embargo, 'Sanidad pública' son dos palabras que aparecían en televisión, como mucho, cada vez que se recordaba que Ernst Lluch fue asesinado por ETA. Sólo salía a colación para eso, para decir que ETA había matado al artífice del modelo sanitario español. Luego se ha hablado de tonterías a montones y hemos tenido media hora de información deportiva en cada telediario, pero a la Sanidad, a la actualidad sobre este servicio, poca atención se le ha prestado.
Ahora que hay grave riesgo de perderla, que ya son muchos los españoles e inmigrantes que han sido excluidos, mucha gente, en especial los jóvenes, han caído en la cuenta de que la Sanidad pública no creció sola cuando Dios creó España, antes incluso de crear al hombre.
En esa desatención y abandono al que hemos relegado a la actualidad sobre nuestro Sistema Nacional de Salud, lo que proliferó fueron políticas populistas. Sí, como eso que dicen que hace Pablo Iglesias pidiendo más colegios y hospitales, pero de verdad. Populismo que tocó poder, aplicó sus medidas y nos condujo a la tragedia. En Madrid, la propia Esperanza Aguirre llegó al poder, al margen del detallito de los diputados socialistas que cambiaron de bando, prometiendo listas de espera de 15 días. ¿Y lo logró? Sí, cambiando el sistema para contabilizarlas.
Luego el calendario vacunal se convirtió en un oscuro objeto de deseo para algunos laboratorios y empezaron a aparecer vacunas muy cuestionada utilidad y eficacia. Hasta se creó un canal de televisión para la red de hospitales adjudicado a una empresita, que se vería en aparatos de plasma, pero que despareció de los titulares en cuanto asomó la crisis.
Hubo múltiples experimentos, en definitiva, para que empresas privadas y bolsillos ajenos sacaran rentabilidad a un servicio público tan importante como es la Sanidad, pero que se quedaron en mera anécdota cuando en la capital irrumpió el Modelo Alzira. El conseller Manuel Cervera fue a explicarlo a la Asamblea de Madrid. Dijo que era "excelente".
¿Pero qué era? Un truco llamado gestión privada de los hospitales públicos.En 1999 Valencia fue la primera comunidad de España en aplicar el modelo. Era algo, sobre el papel, más mágico que la fórmula de la Coca-Cola. Consistía en restarle al dinero que se presupuesta para Sanidad un porcentaje de beneficios para una empresa privada y que el servicio ¡fuese mejor!
El libro $anitat Valen$iana, de Uno y Cero Editores, enumera y explica pormenorizadamente todas las características del invento, entre otras brillantes ideas que se han puesto en marcha en la Comunidad Valenciana en materia sanitaria. Es un libro muy divertido, aunque habrá que etiquetarlo como tragicomedia. Y conviene tener en cuenta sobre todo ahora que con las revelaciones sobre el Tratado de libre comercio con Estados Unidos, elmodelo Alzira podría quedarse en una mera anécdota.
Pero antes de que se nos haga aceptar que los servicios públicos tengan que estar en manos privadas o moriremos todos, con este libro podemos entender y criticar cómo ha sido la política sanitaria valenciana de los últimos años, la que ha sido el ejemplo, faro y guía para insignes políticos de toda España. Hasta hubo enviados de Patxi López interesados en su funcionamiento. Una revolución que hay que entender en el contexto de la descentralización del SNS.
Un sistema de salud, en cualquier caso, tiene que estar descentralizado para atender a las particularidades de cada territorio. No es lo mismo una población rural y envejecida que una sociedad joven y trabajadora. No obstante, tal y como denuncia este trabajo, todo este proceso en España se ha llevado a cabo con un Ministerio que se ha vaciado de competencias.
Un ministerio que no es capaz de negociar la compra de medicamentos como un cliente único, para pagar muchísimo menos, ni protocolos de actuación para el uso de la tecnologím ministerio que ha dimitido de sus funciones y cuyos responsables han lucido todo tipo de perfiles menos el de gestores de Sanidad, comenta el responsable del libro.
En este contexto, el de las transferencias completadas, hay que entender el fenómeno del famoso modelo Alzira. El cuadro que pinta $anitat Valen$iana quince años después de su puesta en marcha es estremecedor. Ahora mismo coexisten dos modelos distintos, con los desequilibrios que esto supone, en la Agencia Valenciana de Salud.
Los hospitales de gestión privada se centran en operaciones leves y tratan de derivar a todos los enfermos crónicos a los públicos para hacer caja, para gastar poco e ingresar por paciente. Mientras no exista un sistema "engrasado" para los hospitales valencianos se facturen entre ellos, el sistema de gestión privada está "parasitando" los recursos públicos, explica el autor.
Si le gusta llorar mientras se ríe, éste es su libro. Por ejemplo, un detallito, Alzira comenzó presumiendo de que tendría habitaciones individuales contra toda lógica a la hora de poner en marcha un hospital, la lógica es pensar que los hospitales siempre se quedan pequeños, en poco tiempo tuvieron que convertirlas en habitaciones dobles, pero con la particularidad de que el arquitecto no había pensado en ese detalle y ahora son habitaciones para dos más pequeñas de lo normal.
Y el problema llega cuando un hospital sí factura. Muy interesante en este sentido es el caso de Manises, de gestión privada, cuyos pacientes prefieren ir la Fe, público, que sí que sabe facturar. De modo que para completar la balanza Manises tiene que empezar a reducir gasto en Recursos Humanos con criterios "espeluznantes", señala el autor: "Se destituye al jefe de anestesistas por reclamar un puesto de segundo anestesista que cubrirera las necesidades durante las noches, fines de semana y festivos por su negativa a obligar a los catorce anestesistas a incumplir las normas que garantizan la seguridad del paciente".
Y así, suma y sigue. El remate final de la obra es la Bolsa de Trabajo de la Agencia. Un ejemplo de endogamia blindado. En primer lugar, porque está cerrada. Pero si estuviese abierta, sólo permitiría señalar como mérito del aspirante la categoría profesional y los conocimientos de la lengua valenciana. Dice el autor: "Da igual que Usted sea de Soria y jure solemnemente por los fueros de Castilla aprender valenciano ipso-facto si es contratado".
Tampoco en esta demanda de empleo hay espacio para presumir de tesis o artículos, publicaciones, estancias u otros idiomas. Y debe elegir dónde quiere trabajar antes de nada, es un sistema que penaliza al que está dispuesto a trabajar en cualquier ladoAdemás, desde que se inscribe en la bolsa hasta que ve sus datos publicados pueden pasar años. En lugar de captar a los mejores profesionales, esta Bolsa de Trabajo, como indica el autor, provoca "que uno coja el primer Air Berlin destino cualquier otro lugar de ‘la Europa más o menos civilizada' y pruebe mejor suerte allí".
Cortijos, negocietes, trampas... en definitiva, una cantidad ingente de recursos públicos desaprovechados. Una Agencia de Salud llena de desequilibrios y contradicciones y con un problema para el futuro de muy compleja y cara solución. Todo escrito con sentido del humor, porque no podría relatarse de otra manera.
$ANITAT VALEN$IANA
UNO Y CERO EDICIONES
Ebook /http://unoyceroediciones.com/
76 Páginas
3 euro
s

martes, 1 de julio de 2014

¿POR QUE VARÍA LA EFICIENCIA DE LOS SISTEMAS SANITARIOS?

MAS ATENCIÓN PRIMARIA
MAS ENFERMERÍA HOSPITALARIA,
 CLAVES DE LA EFICIENCIA DEL SISTEMA


Autor: E. CARRILLO
La actual crisis de financiación ha puesto de manifiesto un problema subyacente en el sistema sanitario en todos los países: la necesidad de mejorar la eficiencia para hacer sostenible un sistema que tiende a crecer sistemáticamente por encima del crecimiento del PIB.
Nos sorprende la relativa simplicidad de abordaje de un tema tan complejo en el análisis realizado por CIHIS (la central de datos sanitarios canadiense). Los autores consideran:
  • Como resultado, la mortalidad evitable mediante la intervención del sistema sanitario.
  • Como factores de ajuste, tres componentes:
1.- Factores de contexto no influenciables por el sistema sanitario, donde incluyen factores como la proporción de inmigrantes, de población aborigen, de estudios postsecundarios, o las desigualdades en renta o de acceso al sistema sanitario o la estructura edad-sexo de la población.

2.- Factores clínicos como la proporción de fumadores, de personas que no hacen ejercicio, de condiciones crónicas múltiples, etc.

3.- Factores operacionales donde se incluyen aspectos derivados de la gestión del sistema, como el desarrollo de la atención primaria (% de médicos generales sobre el total), la estancia media derivada del desarrollo de alternativas a la hospitalización, o la proporción de pacientes tratados en hospitales de referencia.

A ello se añaden los costes del sistema en cada región de Canadá para analizar cómo influyen las variables consideradas en la eficiencia del sistema para obtener resultados de disminución de la mortalidad evitable.

Con este planteamiento, relativamente sencillo, utilizan un análisis multivariante DEA (Data Envolvement Analysis) para encontrar que los factores analizados explican el 50% de la varianza en resultados.

La descomposición por tipo de factores es interesante:




Como vemos, los factores operacionales (es decir la estructura y gestión del sistema de salud) explican una proporción de la variabilidad en eficiencia casi tan importante como los factores clínicos de estado de salud y hábitos, mientras que los factores sociodemográficos de contexto presentan un grado de explicación de alrededor de la mitad que estos.

En el fondo, están demostrando que aunque el estado de salud de la población viene determinado más por factores externos y clínicos, la eficiencia en conseguir resultados que mejoran dicho estado está fuertemente determinada (al menos en cerca de una cuarta parte) por cómo se organiza y gestiona el sistema de salud.

Entrando en temas específicos,
consideran que la inversión en atención primaria es uno de los factores que más determinan la eficiencia del sistema. En el análisis de los indicadores hospitalarios encuentran de mayor impacto la menor estancia media condicionada por niveles alternativos de cuidados (lo que implica la transferencia de pacientes, sobre todo personas mayores con patologías crónicas). También sugieren en su análisis que el mayor número de horas de enfermería por caso ponderado en los hospitales se relaciona positivamente con la eficiencia. Este resultado implica que mayores dotaciones de enfermería hospitalaria contribuyen a la eficiencia del sistema.

En base al análisis, consideran que las regiones podrían reducir la mortalidad entre un 18 % y un 35 % (12.600 a 24.500 muertes anuales) si operasen al máximo de eficiencia. 

Los propios autores señalan la principal limitación de su análisis: el DEA no garantiza que las variables seleccionadas sean las adecuadas. Pero aun así, resulta muy interesante ver cómo influyen las variables seleccionadas (por ejemplo el % de médicos generales sobre el total daría para una artículo). 

Y no podemos evitar imaginar que este tipo de estudio reproducido en un país como España, con unas diferencias de gasto sanitario por habitante de más del 50% entre comunidades autónomas, podría arrojar mucha luz sobre hasta qué punto estas diferencias contribuyen a producir mejores resultados en salud.



.........................

Referencia (publicación original)

CIHI. Health system efficiency in Canada: Why does efficiency vary among regions?. April 2014. [acceso: 30-6-2014]. Disponible en: http://www.cihi.ca/cihi-ext-portal/pdf/internet/hse_short_aib_10apr14_en